Hay partidos que se cocinan a toda mecha y otros que hay que hacerlo a fuego lento. La visita del Handbol Onda a La Canaleta fue de los segundos. Costó mucho y en muchos momentos fue un choque indigesto. Pero el equipo de Mislata tuvo paciencia y supo gestionar un enfrentamiento intenso. Un partido que estuvo igualado hasta el minuto 20 de la segunda parte. Fue entonces cuando tiró el equipo de ADN para defender y atacar con cabeza y solventar el partido.
El primer tiempo fue un ejercicio intenso de balonmano. Con los dos equipos entregados a tope y luchando cada balón. Empezó Mislata poniendo distancia pero Onda no había venido a ser un simple invitado. Con el paso de los minutos encontró huecos en la defensa de Mislata para igualar el marcador y hasta ponerse por delante. Reaccionaron las locales que trataban de mantener el ritmo defensivo. Era un toma y daca continuo donde las distancias eran mínimas y la igualdad notable. Al descanso uno arriba para Mislata (17-16) pero con todo por decidir en la segunda parte.
Esa segunda parte tuvo el mismo guión que la primera. Onda no bajaba el ritmo y Mislata, que mandó durante todo el segundo periodo, no conseguía despegarse en el marcador. Las distancias eran mínimas y el juego vibrante. Todo hacía prever un final apasionante pero el guiso empezó a cocinarse con habilidad y buen criterio. En cinco minutos brillantes las locales consiguieron poner cinco goles de diferencia con chispazos de calidad y una defensa mucho más férrea. Cinco goles que se quedaron al final en cuatro en el resultado final y que demuestran que el equipo ha madurado para conseguir imponer su juego cuando las situaciones no son fáciles. Onda fue un gran rival y consiguió poner en aprietos a un líder que no quiere aflojar su ritmo en este inicio de temporada.