Fátima Diame y Eusebio Cáceres dominan la longitud. Jorge Ureña triunfa en un heptatlón complicado y Jorge Dávila, segundo, logra la plata seis días después de proclamarse campeón sub23. Evelyn Yankey, de 18 años, se cuelga el bronce y se convierte en la quinta mejor española sub20 de todos los tiempos
Fátima Diame, Eusebio Cáceres y Jorge Ureña sumaron los tres títulos para el atletismo de la Comunitat Valenciana en Ourense, donde se está celebrando el Campeonato de España en pista cubierta. La valenciana se hizo con el liderato en la final de longitud con su segundo salto (6,47) y se dedicó a buscar una gran marca que no llego; el de Onil, reñido por la hora (10.25) lo consiguió con su cuarto intento, el mejor del año (7,97), y su paisano, que sufrió muchos dolores durante todo el heptatlón, demostró que él jamás se rinde y acabó coronándose campeón (5.955 puntos).
Diame decidió hacer una apuesta el año pasado. Después de unos Juegos Olímpicos donde compartió habitación con Ana Peleteiro, la valenciana le pidió un sitio a Iván Pedroso en su fastuoso grupo de entrenamiento. Allí, en Guadalajara, ha cambiado pequeños detalles y ha empezado una nueva vida. “Necesitaba un cambio porque me veía estancada, aunque le doy las gracias a Rafa (Blanquer) y siempre le estaré agradecida por ser como un padre para mí, pero necesitaba algo diferente, Iván me aceptó y me fui. Vivo sola, tengo la pista de Guadalajara cerca y allí entreno con Ana Peleteiro y Héctor Sánchez y el resto de gente del grupo. Y estoy muy contenta”.
La atleta del Valencia CA conquistó su quinto título de campeona de España en pista cubierta, el cuarto consecutivo, aunque espera dar el gran salto el miércoles en la reunión de Madrid. Ese día espera mejorar aún más su marca personal (6,64). “Me voy descontenta porque no refleja la marca con cómo estoy y cómo estoy entrenando, porque estoy muy bien, así que en tres iré a por todas en Madrid con el objetivo del Mundial de Belgrado al final de la temporada”.
Diame llevaba tiempo mirando de reojo a Evelyn Yankey, una chica muy joven que entrenaba la longitud en Valencia con Niurka Montalvo. “Íbamos juntas a las Ligas con el Valencia CA y ya veía que era una chica muy explosiva. Valencia es l cuna de los saltos y siempre va a ser así”, explica la pentacampeona de España sobre Evelyn Yankey, una chica de 18 años que este año empezó a entrenar con Rafa Blanquer. La valenciana llegó al Expourense y en su primer salto hizo 6,20, mejor marca personal y quinta mejor española sub20 de todos los tiempos.
Eusebio Cáceres salió disgustado del foso de la longitud después de quedarse otra vez por debajo de los ocho metros (7,97, su mejor salto del año) y muy lejos de la mínima (8,22) para el Mundial de Belgrado. “Venía después de sufrir un susto en el mitin de Metz y he tenido que competir con anestésico, aunque contento por el título. Lo que no entiendo es que se haga una final de una prueba explosiva como la longitud a las diez y media de la mañana”. El alicantino suma su séptima medalla de oro bajo techo.
La castellonense Pepa Gombau, de 19 años, fue décima con un mejor salto de 5,49.
El tercer oro de la mañana llegó gracias a la cabezonería de Jorge Ureña, que se fue el viernes por la noche con los dos pies vendado y cojeando y, en vez de retirarse, como iba líder del heptatlón, decidió probar a ver cómo se sentía hoy. El de Onil, como le viene ocurriendo con esta lesión desde que empezó, se levantó sin dolor. Hizo unas buenas vallas (ganó con 7.95, su mejor tiempo de la temporada), mejoró su marca personal en la pértiga (5,05) y arrasó en el 1.000 (2:43.83).
“Yo tampoco lo entiendo”, asegura el atleta del Playas de Castellón, que llegó al segunda día de competición sin los vendajes con los que se marchó la víspera. “Esto es un misterio y llevó así desde el verano pasado. En Aubiere (Francia) iba cojo y no podía ni andar, pero a los tres días ya podía entrenar normal. Se me hincha, se me deshincha. Ya no sé qué hacer. Hoy el pie estaba perfecto. Me cabrea porque he perdido una competición a la que llegaba muy bien”.
El discípulo de José Antonio Ureña quiso terminar al fin un heptatlón, algo que no había conseguido en toda la temporada. No ha conseguido el objetivo de llegar al Mundial, pero ahora lo que más le preocupa, con vistas al aire libre, es dejar atrás esta lesión que viene y va. En pretemporada hizo un trabajo específico muy concienzudo, pero llegó el Criterium del Luis Puig y volvió a hacerse daño. “No sé qué hacer. Estamos todos un poco perdidos, nosotros, los médicos, mi fisio… No sabes qué hacer”.
Detrás de Ureña, Jorge Dávila se llevó una medalla de plata que, aunque llegaba con la mejor marca española del año (5.742 puntos), califica de “sorprendente”. Le espoleó empezar con su mejor tiempo en los 60 metros (7.03) y a partir de ahí fue afianzándose por detrás de su compañero de equipo. En la última prueba, en el 1.000, el pupilo de Manoli Alonso -suma su segunda plata en Ourense tras la de Conte en el pentatlón- se dio el gustazo de superar en la última vuelta al subcampeón del mundo, el estonio Maicel Uibo, que competía como invitado.
El que no fue acabar fue Óscar Andrés Bou, que se tuvo que retirar después del 60 m vallas porque corría el riesgo de sufrir una rotura en el isquio.
La segunda jornada dejó también la clasificación de los velocistas Carmen Marco (segunda con 7.51 en su serie) y Miguel Izquierdo (primero con 6.85) para las semifinales del 60. Los que no superaron la criba fueron las cuatro atletas de la Comunitat en los 1.500: Miriam Gregori (4:33.64, marca de la temporada), Alexa Giménez (4:34.31), Nara Elipe (4:38.76) y Ainhoa Martín (4:44.21). Igual que los chicos: Mohamed Reda (3:48.90) y Alex Juan Torres (3:51.41).