Eusebio Cáceres, cuarto por quinta vez en un gran campeonato

Redacción El Polideportivo CV

Eusebio Cáceres es un tipo muy deportivo y muy cabezón, y cada vez que se quedaba a las puertas del podio respondía que los demás habían sido mejores, pero que él no se iba a rendir. Hasta Múnich, hasta un Europeo donde las medallas estaban claramente al alcance de su potencial -plata y bronce en 8,06-, y por eso salió totalmente hundido de la pista de un Estadio Olímpico con decenas de miles de espectadores disfrutando de una tarde de atletismo vibrante.

El atleta de Onil se quedó con otro cuarto puesto. La puntilla. Un salto de 7,98 (+0.2) que le dejó claramente insatisfecho. Él abandonó la pista convencido de que era quinto, pero luego se anuló un salto de uno de los medallistas y subió a la cuarta plaza, su posición maldita. “Lo que me faltaba, ya lo tengo en todas las competiciones posibles”, comentaba con sorna mientras salía del estadio junto a Héctor Santos.

El comentario, lleno de bilis, es porque Cáceres, de 30 años, nunca ha subido, a pesar de su incuestionable calidad, al podio de uno de los grandes campeonatos y, en cambio, se ha recreado en los cuartos puestos: cuarto en los Juegos de Tokio, cuarto en el Mundial de Moscú, cuarto en el Europeo de Zúrich y cuarto en el el Europeo bajo techo de Glasgow.

El pupilo de Juan Carlos Álvarez reconocía que esta vez estaba tocado: “No sé explicarlo. Me jode ser tan malo a veces. Sé que mi condición física es increíble, pero en cuanto le pegaba fuego al cuerpo se iban los saltos para todos los lados, y sin más. Todas han sido oportunidades perdidas, pero no sé qué pensar. Siguen siendo mejores que yo. Esta vez sentía que lo tenía ahí y se me sigue escapando. La diferencia es que siempre me he visto capaz de todo pero ahora mismo no lo puedo pensar. Esta vez me ha pegado más y me va a costar. Me jode mucho”.