Por Chema Server Fernandez (Director Técnico FHCV)
No es posible despedir esta temporada 21-22 sin compartir una de las experiencias más bonitas a la que vez paradójicas de mi vida, que ya es larga, en el mundo del Hockey. La sinrazón, los intereses políticos y económicos hace que estalle una guerra el pasado 24 de febrero en Ucrania, un país que no todos conocíamos ni ubicábamos bien en el mapa de Europa. A partir de aquí y hasta ahora, muchos dramas personales, tristeza y dolor están asolando un país que lucha por su libertad e independencia.
Justo esta es la paradoja que citaba, una guerra es la que hace nacer una estrecha relación entre federaciones de Hockey: la Ucraniana y la de la Comunidad Valenciana. Una experiencia que se quedará grabada para toda la vida en mi persona. El Hockey, este apasionante deporte que nos une, nos ha permitido conocer personas que con dolor y dureza dejan su país para resguardarse al menos por un tiempo, de las marcas de la guerra. Es este deporte el que nos ha brindado la posibilidad de ayudar y acoger a un grupo de deportistas que ven peligrar sus vidas, pero que a pesar de todo, no quieren renunciar a seguir disfrutando de su pasión.
El Hockey de Ucrania nos manda un SOS
Es a principios del pasado mes de abril, cuando recibimos la noticia desde la Federación Española que unas jóvenes jugadoras de Hockey, la selección Sub 21 femenina de Ucrania tienen que abandonar su país en plena preparación mundialista, evento que casualidades de la vida, venía de estar aplazado por la pandemia pero que ahora sería la guerra las que les iba a impedir participar nuevamente. Se ponen todos los medios para viajar a Sudáfrica, pero el sueño se trunca y no se hace realidad.
Estas chicas necesitaban reunirse de nuevo, son jóvenes, el apoyo para mantenerse como grupo e incluso empezar a entrenar de nuevo y jugar era una necesidad. El futuro de estas generaciones de deportistas requieren de ayuda y es ahí donde Hockey Valencia se ofrece a ayudar: vemos las posibilidades, nuestro presidente informa al director general de deportes que nos da el visto bueno y es a partir de este momento, cuando el reto se pone en marcha y será Cheste, el centro educativo y deportivo, el lugar perfecto de acogida que nos ayudará en todo durante los meses de su estancia.
El momento de encuentro
La Federación Europea de hockey nos pone en contacto con Michel, técnico holandés casado con una ex internacional ucraniana que está al frente de las labores de coordinación de las deportistas que han tenido que dejar su país y han sido acogidas en Holanda. Él mejor que nadie sabe de sus necesidades y de cuál es su realidad. Será Michel mi contacto de whatsapp durante todo este tiempo y quien el día 6 de abril nos concierta una reunión online entre él, los técnicos de la federación ucraniana de hockey, su presidente Sr. Serhii Dontsov, nuestro presidente Jesús Gracia y yo. En esa reunión nos exponen su situación, sus necesidades y peticiones, no solo ayudar a las chicas sino también sacar del país en guerra a los chicos más jóvenes, los Sub16. No puedo olvidar ese momento de la citada reunión en la que su presidente nos informa que tiene que dejarnos por motivos de seguridad, las sirenas se escuchaban de fondo en la reunión y Mr. Dontsov se despide, la situación le impedía seguir atendiéndonos. Esto impresiona y te das
cuenta de la seriedad de la situación y que tenemos que ayudar…no es algo tan lejano, es una realidad.
El viaje y la acogida de nuestros deportistas amigos y amigas de Ucrania
Las puertas afortunadamente están abiertas y ahora es cuestión de engranarlo todo: las necesidades para su viaje, el lugar de residencia y acogida, el plan de estancia, sus entrenamientos, los partidos, algunas actividades sociales… Todo lo necesario para una perfecta acogida. En primer lugar, llegar a Valencia: recorrer en el caso de las chicas más de 1.500 kms en tren desde Rotterdam, ayudarles a gestionar sus billetes y conseguir que pudieran llegar en las mejores condiciones posibles tras 24h de viaje, fue un reto no exento de problemas. Así, el día 2 de mayo y tras una larga espera en la estación, conseguimos recoger al grupo y llevarlo a Cheste, el centro educativo donde su director gerente y su personal nos esperaban con ilusión e incertidumbre por ver cómo llegaban. Los chicos vendrían después con todo ya más
preparado.
Un plan de acogida a la altura de las necesidades
Echando la vista atrás, son muchos los momentos que hemos compartido con ambos grupos. Personalmente nos hemos ido reuniendo semanalmente, tanto con las chicas en su estancia del 2 al 16 de mayo como también después con los de chicos que nos acompañaron del 26 de mayo al 20 de Julio; así hemos ido programando la FHCV en sintonía con el equipo de dirección y mantenimiento de Cheste todas sus necesidades, tanto las deportivas como las sociales. En lo deportivo más de 50 las sesiones de entrenamiento programado. También varios partidos amistosos, 3 jugaron las chicas y 4 los disputados por los chicos, que permitieron también que nuestros clubes pudieran colaborar y disfrutar de esta experiencia tan bonita de intercambio.
En las actividades sociales, es importante recordar y destacar que nuestras jóvenes jugadoras ucranianas tuvieron la oportunidad de viajar a Madrid donde la RFEH les hizo un merecido homenaje durante las finales de la liga regular, además también pudieron participar y vivir desde dentro los partidos de la Hockey Pro League que por esas fechas se disputaban en Valencia. No solo nuestras chicas, también nuestros jóvenes que más tiempo han estado entre nosotros, han tenido la oportunidad de conocer Valencia, una ciudad de acogida que pudieron disfrutar durante varias visitas que programamos con nuestros amigos de Turismo, poder ver el mar que tanto nos reclamaban y cómo no, conocer los lugares más emblemáticos de nuestra tierra.
Las despedidas; momentos de tristeza y agradecimiento mutuo
Como no podía ser de otra manera y sabiendo que toda esta ayuda tenía su final y no, por el fin de la guerra sino por lo que supone el status de cada una de las personas que han salido de Ucrania tienen, llegó el día de la vuelta a casa. Los momentos de despedida de ambos grupos llegaron, cada uno de una manera distinta. En el caso de las chicas todo se redujo a una sencilla despedida con mi querida Marina entre lágrimas y abrazos, momentos antes de la salida del Bus destino Perpignan, punto de salida del tren que les llevaría de nuevo hacia Rotterdam (Holanda), lugar de acogida.
Un caso diferente fue el de mis compañeros y amigos Vitali y Sergii que tras su tiempo con nosotros como responsables de nuestros jóvenes S16 y a las puertas de la residencia de Cheste, comentaban que valoraban mucho lo que habíamos hecho por ellos, por sus jugadores, por sus familias y por esta generación de jóvenes ucranianos que gracias a esta acogida habían sido capaces de ganar por primera vez en su historia, una medalla en un torneo internacional de selecciones inferiores; y es que algunos de nuestros chicos S16 durante su estancia en Cheste viajaron a Basel (Suiza), invitados también, a participar en un Eurohockey5s , donde se trajeron junto a Vitali , su entrenador, el subcampeonato y la medalla de plata. Si escuchas esto, tienes una edad, eres una persona de bien y sensible, no puedes hacer más que emocionarte.
No sabemos lo que el futuro cercano les va a deparar, esperemos que la PAZ en su país lo más pronto posible, pero sí es cierto que después de todo lo narrado, no podemos más que decir que nuestros amigos de Ucrania, gracias al Hockey y por el Hockey nos han dado una lección de vida.
Agradecimientos: Maryna Vasiukova, jefa del equipo Sub21 femenino, a las entrenadoras Tetyana Salenko y Natalia Vasiukova, a los coordinadores desde Holanda Michel de Lange y Anastasia Sukhotina, a los entrenadores Vitali Bondarchuk, Serhii Bakum, y desde Ucrania al delegado federativo Maksym Perepelytsia y a su presidente Mr. Serhii Dontsov, a nuestra familia “Hockey Valencia”, a los responsables del complejo educativo – deportivo de Cheste con el Sr. Lucas Ferrando a la cabeza y por supuesto a la Dirección general de deportes en la persona de D. Miquel Moya, todos juntos hemos podido aportar un granito de arena y ayudar a que el futuro deportivo y personal de esta generación de jóvenes que están sufriendo la sinrazón de una guerra, no quede demasiado mermado.