CAU y Valencia reeditaron ayer uno de esos derbis de rugby vibrantes que se saldó con victoria rojinegra en los instantes finales del partido, merced a un ensayo de la delantera local (32-29) que permitió la remontada. Aparte del espectáculo deportivo que ofrecieron ambos conjuntos, la mejor noticia de la jornada fue ver las gradas del Campo del Río llenas a rebosar.
Tal y como decíamos, la emoción, intensidad e igualdad marcó el derbi valenciano. CAU y Valencia. Los dos equipos se emplearon a fondo porque el envite así lo requería, y confirmaron que atraviesan un buen momento de juego y que están llamados a ocupar posiciones punteras en la División de Honor B al final de temporada. Decíamos que la igualdad fue la tónica del encuentro. Tanto es así, que al descanso se llegaría con ventaja del Valencia en el electrónico (17-19) gracias sobre todo al acierto de su zaguero con el pie. Los golpes de castigo, que aprovechó Sánchez para ir sumando, penalizaron en exceso a los rojinegros.
También hicieron daño las expulsiones que sufrieron los locales, sobre todo porque el Valencia presentó su mejor cara tras el descanso gracias a una solidez defensiva importante. Tal y como estaba el encuentro, el partido, siempre equilibrado pese a que los verdiblancos mandaban en el marcador, en la recta final del mismo. Era el momento para el empuje final de los jugadores que salieran desde el banquillo porque el cansancio debido al calor y al esfuerzo iba pasando factura. Este último tramo, el CAU puso toda la carne en el asador y merced a dos ensayos a falta de dos minutos para el fin del partido logró la remontada.