Los primeros partidos de liga suelen ser complicados. Empezar a competir con los puntos en juego no es tarea fácil. Si encima el primer partido de liga es un derbi y a domicilio todo se complica más. Si el rival es el Marni todo se multiplica por dos. Mislata dominó el choque pero no fue un partido cómodo ni sencillo. Marni siempre planteó batalla. Luchó y peleó con intensidad y fue un buen rival.
El choque comenzó espeso y durante muchos minutos las imprecisiones eran más que los aciertos. Hasta los últimos cinco minutos de la primera parte no consiguió el Handbol Mislata poner algo de distancia en el marcador. No acertaba el equipo visitante a imponer su juego mientras que las locales insistían en su versión luchadora para mantener el partido empatado. La aparición de la portera internacional chilena Made y su velocidad y acierto para lanzar el contragolpe fue clave para que Mislata se marchara al descanso con cuatro goles de diferencia (8-12).
La segunda parte fue diferente. La intensidad mostrada por Marni fue decayendo y las distancias en el marcador aumentando. Les costaba ver portería con claridad a las locales y corría con acierto su rival. Hasta de nueve llegó a ponerse por delante el conjunto mislatero que ya no dejó a su rival soñar con algo más. Ocho de distancia en el marcador final definen un derbi que no defraudó en intensidad y buenas maneras pese a ser el primer partido oficial de la temporada para ambos equipos. El 18-26 define un choque igualado durante muchos minutos pero con oficio de Mislata para marcar territorio y llevarse la victoria.