Puchol II ha vuelto a superar a De la Vega por un ajustado 60-50
Redacción El Polideportivo. Valencia. (25/06/21)
Si el Campeonato Individual CaixaBank – Trofeo Presidente de la Generalitat es la competición más emblemática de la pelota probablemente es por partidas como la vivida este sábado al trinquete Pelayo para resolver el título de la modalidad de escala y cuerda, que nuevamente queda en manos de Puchol II, que ha vuelto a superar a De la Vega, en esta ocasión por un ajustado 60-50. El de Vinalesa acumula ya cuatro entorchados y el de Almussafes se acerca un poquito más a la gloria, que a buen seguro conseguirá más pronto que tarde porque su progresión es imparable.
Los dos pelotaris habían destacado los días anteriores a la final que la principal diferencia respecto de la disputada el año pasado era la presencia del público. Y de verdad se ha hecho notar la afición, que ha llenado la catedral hasta donde permitían las medidas de seguridad contra la pandemia. Cada jugador ha contado con el apoyo de los suyos, que han sido muchos, y los dos han sido reconocidos y ovacionados por aquellos que no tenían preferencia y simplemente querían ser testigos en primera persona de la final.
Y si sensacional ha sido el ambiente, la partida ha estado superior. Puchol II ha ganado aplicando su juego elegante, seguro y preciso y también para tener más capacidad para encontrar las galerías. Y De la Vega se ha quedado a las puertas de la victoria realizando una exhibición de magia, de dominio de la pelota como hacían aquellos pelotaris otras épocas que imponían la técnica por encima de la fuerza.
Los dos pelotaris han mandado desde el dado, quitando del primer juego, en el cual De la Vega ha intentado ajustar la primera pilotada al complicadísimo pozo de Pelayo, pero le ha faltado la precisión que sí ha tenido después y Puchol II ha sumado ese parcial, principalmente golpeando de bote de brazo.
A partir de aquí, la batalla ha estado preciosa. El duelo se ha equilibrado en fuerzas y los intercambios se han sucedido de todas las maneras. Ambos contendientes se esperaban detrás y a la mínima oportunidad intentaban acabar el quince haciéndose adelante o buscando cosas: Puchol II echándola arriba o situando la pelota dónde De la Vega parecía que no podría llegar. Y el de la faja azul jugando por dentro y calibrando la fuerza de la pegada para evitar conceder rebotes y jefes.
Pero no solo hay que destacar la intención de los dos finalistas para sumar juegos; también la manera de defender, que ha estado espectacular porque se han pasado pelotas imposibles. Las de De la Vega más aplaudidas para resultar jugadas muy forzadas que ya se cantaban quince. Pero es que Puchol II hace fácil lo difícil y las restadas del de Vinalesa han sido, en muchas ocasiones, un ejercicio de perfección matemática por eso de saber calcular el tiempo y el espacio para situarse en el punto exacto para golpear y volverla.
La épica también se ha dado en esta final. Porque el esfuerzo ha estado máximo, puesto que Puchol II ha sufrido y por instantes no ha podido desarrollar su juego y porque De la Vega era como ese boxeador que recibe golpes de KO, pero que se levanta y se vuelve a levantar dispuesto a tumbar al rival.
Mención especial también merecen los hirientes, que no solo han destacado en la piedra sino también guiando a sus escaleters: Carlos, que ha ayudado Puchol II en la consecución del título, y Muedra II, que en su primera final y a pesar de su juventud no le ha temblado el pulso ni un poco y ha sido un perfecto acompañante de De la Vega.